Zuhurza (Reino Negro)


Zuhurza hoy en día ya no es el Reino Libre que solía ser. Pertenece a los Reinos Negros del Oriente, bajo el reinado de Belaria. Es un territorio entre los Montes Negros y el Océano Límite (o Huadiss), habitado principalmente por tribus independientes de cazadores y esclavistas que responden nominalmente ante la poderosa Belaria, después de su guerra de ocupación. La civilización cayó en forma estrepitosa, con algunos remanentes entre las ruinas de las antiguas ciudades, condenadas por Umhyz, el Demonio Amarillo de la destrucción y la peste, a no ser completamente reconstruidas y a estar atadas continuamente a ataques sobrenaturales. La única excepción es el antiguo puerto de Dahuraz, ahora ocupado y regido por la resplandeciente casa Lesseis de Belaria para el comercio con Oriente.
Todos los años, cada tribu zuhurzana debe pagar en esclavos y pieles a Belaria y a la nueva capital Dahuraz en sumas demasiado altas, para mantener el estado salvaje de sus guerreros e impedir su desarrollo. De no hacerlo, los Belarios los dejan “libres de protección” a los ataques de los Zsotthoi, los Hombres-Serpiente, servidores de Umhyz.

Ficha técnica
 Capital: Dahuraz
Idioma: Armánico
Etnia: Norteños (30 %) Mezeos (35%), Dioscuros (35%)
Población: Indefinida. Entre 200.000 y 400.000
Superficie(Km2): 1.500.000 km2
Grado Tecnológico: F (en Dahuraz, es C)
Grado Mágico: D (en Dahuraz es A)
Religión: Culto de Azughi, Demonismo
Alineamiento: Caótico malo
Casa Reinante: Lesseis
Rey: Gran Hechicero Felnii de Lesseis
Organización Política: Reino colonial y tribal
Tolerancia Sexual: media
Religiosa: Muy baja
Racial: Media
Magia: Alta
Privativa Principal: Sobrevivir
Moneda: no tiene (salvo en Dahuraz, que se usa el nostirkiudej belario)
Sistema económico:.Trueque, esclavismo
Urbanización: baja (10%, sólo en Dahuraz)
Ciudades Importantes: Dahuraz, algunas ruinas como la de Inyanzis
Clima: templado/ cálido
Atractivos físicos y maravillas:
 
Sociedad: Los habitantes de Zuhurza son principalmente tribus y poblados ínfimos entre las ruinas antiguas de fastuosas ciudades. Usualmente, se diferencian en la vestimenta y la región en la que habitan. Los Dioscuros suelen morar las densas selvas del Norte,  colindantes con las Pochmapu, o Pou-mpau en armónico, y en las llanuras y sabanas meridionales (Ulu-mpau), y suelen ir ataviados con pieles de animales, adornos de huesos y cuentas insignificantes; Los Mezeos son los que suelen habitar a los pies de las Montañas Negras (Nupou-Ñymonsyz), y en toda la zona Sur del territorio. Son los principales moradores de las ruinas antiguas. Los Norteños son más que nada de las costas, principalmente en la ciudad de Dahuraz y pequeños pueblos cercanos costeros, muy a menudo saqueados por las tribus errantes. Suelen estar vestidos pobremente, con un tabardo harapiento y a veces pantalones bombachos. En la ciudad, la aristocracia viste fastuosamente, reluciente de oro y plata, y gemas refulgentes.
Equipo de combate: Los dioscuros suelen estar armados de machetes de cobre, lanzas serradas de obsidiana y escudos altos de madera muy trabajados. Los Mezeos suelen estar armados con picos militares con punta de cobre, cimitarras de cobre y escudos redondos de madera y cuero de toro, y llevar alpargatas y turbantes, además de unas túnicas muy cortas, con un cinturón de tela anudada. Eventualmente, los líderes suelen ir montados a caballo.  Los Norteños están armados con lanzas y cotas de malla de hierro, yelmos de acero, garrote y arco compuesto, y tienen mayor acceso a caballos, además de contar con los Zsotthois.
Religión:   Las tribus errantes adoran principalmente a Yughoi, un ídolo con una horrible cabeza animal cadavérica de ojos ardientes, señor de la Guerra entre ellos. También adoran a Gumona, diosa-demonio de la lujuria y la fertilidad, representada como una mujer negra de seis pechos, cuatro brazos, dos lenguas, pene y vagina muy exagerados, que porta un collar de penes humanos. Con su efigie hacen penetrar violentamente a niñas y niños a los once años aproximadamente. Si estos sobreviven, se considera que ya pueden formar parte de su comunidad. Si mueren, les cortan sus genitales y los ofrecen al ídolo.
También es popular el rito a Umhyz, a quien sacrifican vírgenes y cautivas de otros poblados en los grandes templos subterráneos de las ciudades en ruinas, con la esperanza de sobrevivir a sus ataques y de aplacar su ira. Sus sacerdotes suelen raparse la cabeza y dejarse crecer larga la barba, andando casi siempre con un taparrabos negro y rojo, y cuando hace frío, una capa de piel humana, sacrificada a los demonios. Estos sacerdotes carecen casi de poderes mágicos. Eventualmente, pueden haber sacerdotes que verdaderamente posean poderes concedidos por sus “dioses”, mucho más parecidos a conjuros demoníacos que otra cosa, pero suelen tener grandes conocimientos del territorio y algunos rituales teúrgicos con los que proteger a sus pueblos de los enemigos.

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