Lumar (Reino Negro)
Lumar es uno
de los Reinos Negros de Oriente, subsidiaros de la gran Belaria. No son una
unidad política, son más bien un conjunto de Ciudades- Estado y aldeas o tribus
subsidiarias, de gente de piel pálida, ojos amarillos y dientes afilados.
Nominalmente, poseen una capital llamada Granar, la de las torres negras, pero
en verdad el poder está repartido entre esta ciudad (al pie de los Montes
Negros, al Oeste de la nación), Matsirkiudej, una ciudad amurallada famosa por
sus asesinos despiadados, y por las cabezas y cráneos de enemigos y víctmas
empaladas en las almenas (se encuentra hacia el Suroeste, en las costas del Mar
Dorado) y Jernakmar, gobernada por un oscuro hechicero (al Este, colindando con
el Mar Exterior), conocida por su culto a las serpientes y el decadente estilo
de vida de su aristocracia.
Capital: Granar
Idioma: Graneis.
Etnia: Bronces (40%), mezeos (40%), Dioscuros
(20%)
Población: Aproximadamente 4.000.000 de Habitantes
Superficie(Km2): Aprox. 650.560 km2
Grado Tecnológico: C
Grado Mágico: B
Religión: Neo Panteísmo,
Panteísmo, Demonismo.
Alineamiento: Neutral Legal.
Casa Reinante: Lengezo (dioscuros)
Organización Política: Feudalismo
Tolerancia Sexual: Baja
Religiosa:
Muy baja
Racial:
media
Magia: baja
Privativa Principal: Nobleza de
sangre
Moneda: Nostirkiudej
Sistema económico: Proteccionismo
Urbanización: rural (10%)
Ciudades Importantes: Granar,
Matsirjudek, Jernakmar
Clima: Templado y húmedo
Atractivos físicos y maravillas:
Su capital, Granar. Monumentos de Sartán.
Templos principales
y diócesis: No
Sociedad:
La sociedad de Lumar es brutal, dominada política y económicamente por
el decadente reino de Belaria. La competencia entre los habitantes es
feroz: ya sea por un trozo de pan o por un puesto en un templo, la gente
deja la vida, o quita la de los demás. La gente no es necesariamente
malvada, pero el entorno social y las condiciones políticas y económicas
generaron patrones culturales sumamente competitivos. La gente viste
generalmente túnicas coras y sandalias, y habitualmente utilizas cascos o
sombreros cónicos, con paños alrededor del cuello. Los hombres se
suelen dejar la barba, y las mujeres suelen ir vestidas con largas
túnicas negras entornadas a sus cuerpos, y corpiños elaborados encima de
ellas. La alimentación se basa fundamentalmente en la producción
cerealera y en la pesca en las ciudades costeras, o el pastoreo de
caprinos y la horticultura en las zonas más elevadas y lejanas a la
costa.
Equipo de combate: Sus tropas se reconocen por sus túnicas negras y doradas, lanzas emponzoñadas y dentadas y altos yelmos terminados en punta de color dorado. Destaca también la caballería de arqueros de Jernakmar, y los Hechiceros del Fuego de Granar, vestidos con una falda violácea y hombreras de cobre y seda, que portan cinturones de pecho con cuchillos y pociones explosivas.
Equipo de combate: Sus tropas se reconocen por sus túnicas negras y doradas, lanzas emponzoñadas y dentadas y altos yelmos terminados en punta de color dorado. Destaca también la caballería de arqueros de Jernakmar, y los Hechiceros del Fuego de Granar, vestidos con una falda violácea y hombreras de cobre y seda, que portan cinturones de pecho con cuchillos y pociones explosivas.
Se
alimentan principalmente de carne y grano aunque en las zonas costeras cazan
hombres sapo y peces.
Religión: Las
ciudades de Lumar poseen distintas religiones, acordes a los deseos de sus
gobernantes. Principalmente adoran en sus antiguos templos a Zhuggzare
(Sartán), representado como un ser
espantoso con cuerpo felino y cabeza de serpiente maciza: sus sacerdotes se
rapan y se hacen incisiones en el cuero cabelludo con el símbolo sagrado, y son
frecuentes los sacrificios humanos (principalmente de los campesinos de las
aldeas circundantes). Creen que si tienen la suficiente fuerza, el Dios no los
castigará demasiado en el más allá.
La caballería lumarense es ligera de armas, distinta de la de la Costa Interior |
En la ciudad
de Matsirkiudej, además se adora a Yugmais, el Dios-Veneno (probablemente un
demonio antiguo), patrono del asesinato. Sus creyentes deben afilarse los
colmillos, ofrecer cierta cantidad de sacrificios mensuales, y beber su sangre.
Utilizan el poder del veneno, y suelen ser asesinos despiadados y crueles, así
como silenciosos. Por esta causa, están continuamente en guerra con otras
tribus o razas. Se rumorea que en los pasillos de sus templos, en los que hay
enormes estatuas de seres híbridos y deformes, entre humanos y reptiles,
habitan hombres- serpiente, hombres-sapo de tremenda fuerza y hombres-lagarto.
Presuntamente, es la recompensa a los servicios prestada por el dios.
Algunas
otras personas (principalmente en Jernakmar) rinden culto a antiguos demonios,
que se rebelaron contra Zhuggzare.
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