Ciudad de los Vientos (ilithii)
Una ciudad-
Monasterio, ubicada en la punta de una montaña. Su desarrollo cultural es
elevadísimo, y sus habitantes son considerablemente más pacifistas y
bienhumorados que el resto de los elfos. Viajan por los aires con destreza y
aprovechando las corrientes de aire en sus aladeltas de seda.
Datos Generales
Nombre
Oficial: Wyrina Malitia
Superficie:
70 km2
Población:
25.000, aprox.
Densidad:
Muy alta
Lenguas:
Ilithii clásico
Capital:
Wyrina Malitia es una única ciudad.
Estructura
Administrativa: Aerocracia.
Unidad
Monetaria: Alas (monedas de oro muy grandes, con un valor
de 10 MO), fraccionadas en Plumas (5 MO) y Ojos (1 MO)
Geografía Física
Emplazada en una montaña nevada, posee varias
vertientes de arroyos y fuentes. La ciudad está estructurada en estratos
funcionales, escalonados.
Geografía Élfica
Grupos
étnicos: Ilithii
Religiones:
Antiguo Panteísmo, monjes del aire.
Crecimiento
Vegetativo: Bajo
Ciudades
importantes N/A
Geografía económica
Agricultura:
Supervivencia, sin excedentes más allá de la
Uva Negra,
que se utiliza para hacer vino
Pesca:
No
Minería::
Sí. Materiales de construcción (pocos), piedras preciosas.
Industria:
Ingeniería aeronáutica
Indicadores
sociológicos
Alfabetismo:
Total
Profesiones
Preferidas: Ingeniero,
comerciante, mago.
Sistema político:
Estructurado en castas y clanes, familias de gran
poder histórico. Su sociedad rinde tributo a sus héroes, y aquél que realice
las mayores proezas puede reclamar el trono para él o su familia.
Sociedad:
La sociedad de Wyrina Malitia, como todas las ciudades Ilithii es, a la vez, la
que más conservó y la que más perdió con el tiempo. Antiguamente capital del
vasto reino de Uilim, hoy se hallan confinados a una ciudad-fortaleza en las
montañas más altas, poco fértiles e inaccesibles por medios normales. Sin
embargo, conservan gran cantidad de tradiciones y conocimientos tanto mágicos
como técnicos; se rumorea que el mismo Carro del Sol de Dieronil fue construido
por los Ilithii, aunque no por ellos, y pueden volar por los aires con una
facilidad y agilidad inalcanzables para otras razas.
Son
pacifistas por definición, aunque disfrutan de enfrentamientos amistosos.
Llegado el caso de una enemistad peligrosa, se deshacen de sus enemigos por
medios indirectos, tales como hechizos de confusión, bombas de humo, corte de
suministros y sabotajes. No creen en la violencia como medio, y tienen una
enorme renuencia a matar si pueden evitarlo. Son gente alegre y ágil, y aunque
un poco acohólica y viciosa cuando se sueltan, suelen ser muy equilibrados,
sabios e inteligentes.
Equipo de Combate:
Los Ilithii van escasamente armados, pues no son presa de ataques frecuentes.
Aunque todos reciben clases de esgrima y artes marciales, y puedan legar a
andar con espadas, no es lo usual. Tienden a llevar cuchillos de magnífica
manufactura para cuestiones prácticas, de supervivencia, y armaduras acolchadas
o de cuero para protegerse de impactos por accidente o malos aterrizajes. Si
hacen una partida bien armada, llevarán equipo que pese poco y les ofrezca una
ventaja estratégica desde el aire, tales como lanzas, jabalinas, o bombas,
junto con sus cuchillos y un florete o machete. Más que otros elfos, los
Ilithii confían en la magia, por lo que no es raro que en grupos armados vayan
1d3 magosde niveles 3/6.
Religión: La religión que siguen los Ilithii es simple
pero concisa: creen que el mundo está gobernado por fuerzas naturales que
pueden ser moldeadas por la voluntad de los seres vivientes. Un halo de energía
mística lo envuelve todo, que permite controlar los elementos a partir de la
voluntad. Pero para saber manejarlos, primero hay que percibirlos, y
disciplinar el cuerpo y el alma (lo interno) lo suficiente como para luego
dominar el aire y los elementos (lo externo). Además, creen en los Dioses
Antiguos, pero no los reverencian demasiado, ni les rinden culto. Los monjes
del aire creen que la verdad divina está en la perfección personal, y el
equilibrio universal depende de los seres vivos, y no de entidades exteriores,
por muy poderosas que sean.
Comentarios
Publicar un comentario